Los trenes de cercanías son inaccesibles para personas con silla de ruedas

Los trenes de cercanías de la Sierra de Madrid son inaccesibles para personas con silla de ruedas. Soy una persona que requiero el uso de silla de ruedas debido a una enfermedad muscular. Mi única forma de desplazarme largas distancias es haciendo uso de los transportes públicos, dado que por el tipo de enfermedad ni siquiera tengo posibilidades de conducir un automóvil. Ahora que gozamos de buen tiempo, he tratado de informarme a cerca de como poder llegar en tren desde la capital a la Sierra de Madrid para pasar un día de campo, tal y como hacen muchas de personas cada fin de semana. Mi asombro ha sido mayúsculo al comprobar que aún no existe ningún tren accesible para personas con silla de ruedas que desde Madrid llegue hasta Villalba, El Escorial ó Cercedilla. Siendo también imposible el acceso de personas con silla de ruedas al emblemático tren de Cotos que partiendo del pueblecito de Cercedilla cruza hermosos paisajes de montaña y es utilizado por multitud de personas amantes de la naturaleza, ciclistas, senderistas, familias con sus niños etc... Lamentablemente, en ese trayecto tan transitado por muchos madrileños que cada fin de semana van a disfrutar de un día de campo a la Sierra de Madrid y que también diariamente desde esos pequeños pueblos y otras importantes localidades por las que discurren estas líneas de cercanías, como Villalba, Las Rozas, Majadahonda, Pozuelo de Alarcón o Aravaca.., vienen hasta la capital a trabajar, a estudiar, etc; no es posible aún, en pleno 2010 la accesibilidad para personas con silla de ruedas porque los trenes y las estaciones poseen barreras para personas con movilidad reducida. Ojala estas situaciones "tan vergonzosas" puedan cambiar algún día para que al menos los niños que hoy padecen una gran discapacidad de movilidad por una enfermedad o cualquier otra contrariedad de la vida, no se encuentren con la brutal exclusión con la que aún nos encontramos hoy quienes hasta no hace mucho soñábamos ilusamente con que a estas alturas del Siglo XXI todo sería muy diferente y ya no ocurrirían estas cosas. Enrique G Blanco.